martes, 14 de mayo de 2013

Jorge Jesús ante la maldición de Bela Guttmann


Sin mí, el Benfica no volverá a ganar una copa europea en cien años”
Con estas palabras dio el portazo Bela Guttmann al ser destituido en el verano de 1962. El despido no venía propiciado por temas deportivos, ya que el conjunto encarnado venía de lograr dos Copas de Europa consecutivas, sino por desavenencias surgidas entre el entrenador húngaro y la directiva lisboeta a raíz de una petición de aumento de sueldo por parte de Guttmann.

Lo que muchos tomaron como mera anécdota tras la derrota ante el Santos de Pelé en la Intercontinental de ese mismo año, comenzó a tornarse en maldición cuando Benfica perdió sus dos siguientes finales de Copa de Europa en 1963 y 1965 ante Milán e Inter respectivamente. Apenas tres años después del último tropiezo los lisboetas volvían a repetir presencia en una final de Copa de Europa. Esta vez estuvieron a tan solo treinta minutos de terminar con la leyenda pero tras finalizar el partido en tablas, la victoria fue finalmente para el United de Sir Matt Busby en el tiempo extra.

La década de los ’70 fue una larga travesía por el desierto para un SLB acostumbrado a saborear las grandes noches europeas. Tardaría catorce años en volver a enfrentarse a la posibilidad de desterrar el mito pero tampoco lo lograría en esa ocasión. La derrota en el partido de ida disputado en campo del Anderlecht fue una losa que los lusos no fueron capaces de levantar ante su gente. Quinta final perdida, cuarta europea.

Y si cerca estuvo en 1968 mucho más lo estaría veinte años después. Benfica volvía a una final de Copa de Europa pero fueron incapaces de hacer un gol al PSV en 120 minutos de juego. Los holandeses levantaban la copa tras el fallo de Veloso en la tanda de penaltis y ampliaban, de esta forma, el alcance de una maldición que comenzaba a tener tintes de eterna.

Dos años más tarde, en 1990, las águilas disputaron la que hasta la fecha ha sido su última final. Aprovechando que ésta se disputaba en Viena, lugar en el que yace eternamente Guttmann, una delegación lisboeta encabezada por Eusebio -pieza clave en las dos temporadas del húngaro en Lisboa- realizó una ofrenda a su tumba pero ni aún así encontraron perdón. Sería la sexta derrota en seis finales disputadas desde la marcha de Bela.


Mañana, cincuenta y un años después del último entorchado europeo conseguido por el Benfica, los jugadores que dirigen Jorge Jesús tienen una nueva oportunidad de terminar con la maldición de aquel místico entrenador húngaro. ¿Será esta la definitiva?

domingo, 12 de mayo de 2013

Roberto Martínez, el paciente inglés


Roberto Martínez entró ayer, gracias al tanto de Watson, en la Historia del Wigan Athletic al hacerse contra todo pronóstico con la FA Cup y darle así su primer título en sus ochenta y un años de vida.

El técnico catalán, que llegara al banquillo latic en 2009 tras su exitosa temporada al frente del Swansea ha logrado a lo largo de estas tres temporadas cumplir con el objetivo de mantener a los blues entre los más poderosos clubes de la Premier. Y todo ello a pesar de contar con el handicap de tener uno de los presupuestos más bajos de la categoría.

Este verano, tras el tercer milagro, se le presentó la opción de subir ese peldaño de calidad y fichar por un club que le permitiera optar a levantar un título. Se habló, y no poco, de su llegada al Liverpool pero finalmente volvió a prometer fidelidad al club que preside Dave Whelan y en Anfield apostaron por otro ex-Swansea, Brendan Rodgers.

Como cabía esperar la temporada no está siendo un camino de rosas para el Wigan que la semana pasada se complicó la permanencia con su derrota en el DW Stadium frente al Swansea (2-3). Sin embargo el equipo logró abstraerse de todos los asuntos domésticos durante los noventa minutos jugados en Wembley y arrebatarle al City un trofeo para el cual era muy favorito. El tanto de Watson, en el descuento y sin tiempo para la reacción citizen, fue un guión imposible de mejorar.


Ahora, con una FA Cup en el bolsillo, los esfuerzos de Martínez se centran en lograr por cuarta temporada consecutiva una permanencia que este año tiene más marchamo de milagro que nunca. Una visita al Emirates con un Arsenal jugándose entrar en la próxima edición de la Champions League y un partido a vida o muerte frente al Aston Villa en la última jornada. Dos partidos muy complicados de obligada victoria para recuperar la diferencia que les separa del Sunderland, equipo que marca la salvación.

Ocurra lo que ocurra parece claro que estamos ante la última temporada de Martínez al frente del Wigan. Puede que su destino siga en las islas, donde banquillos como el del Everton tras la salida de Moyes pueden ser una buena opción, o puede que su curriculum al frente de un club modesto le abra alguna puerta que otra en Europa. La solución, en apenas quince días.

sábado, 23 de julio de 2011

América busca campeón

La Copa América de 2011 toca a su fin y ya solo queda por saber quién será coronado Rey de América para las próximos cuatro años, si el Uruguay de Tabárez o la Paraguay del Tata Martino. Ambas selecciones han llegado a la final por saber explotar al máximo sus condiciones tácticas en un torneo en el que las dos mega potencias no han estado a la altura.

Uruguay, en este panorama, ha sabido volver a encontrar la línea de juego marcada en el pasado Mundial de Sudáfrica y que ya la coronó -virtualmente- como la mejor selección sudamericana al ser el único combinado no europeo en llegar a semifinales. Ahora tendrá que demostrarlo sobre el césped en la corta distancia. A pesar de las dudas iniciales, acrecentadas tras la lesión de Cavani, Uruguay ha sabido reencontrarse y eso, paradójicamente, quizá haya sido en parte gracias a la propia lesión del delantero del Napoli que obligó a Óscar W.Tabárez a desterrar el tridente y dotar de mayor presencia el centro del campo. Incluso la sequía goleadora de Forlán no se está notando por el oportunismo de Luis Suárez que con sus goles ante Perú se reivindicó ante lo que estaba siendo un discreto torneo de su parte.

Tampoco sería justo obviar la solidez que aportan a la selección hombres como Lugano, auténtico general de la defensa charrúa, el 'chino' Ríos o el 'palito' Pereira sin olvidarnos, claro está, del héroe ante Argentina: Fernando Muslera.

Por todo ello es Uruguay quien acude a la cita ante los paraguayos como favorito aunque bien harán en no caer en falsas confianzas. Si una selección puede definirse con un estilo propio esa es Paraguay, que ha sido capaz de hacer del órden táctico y defensivo una forma de vida. Más obligados que nunca ante la lesión de Santa Cruz y la falta de puntería de Lucas Barrios, la guaraní se ha refugiado en un enorme entramado defensivo y capacidad de trabajo para sacar adelante partido a partido a pesar de no haber sido capaz de no vencer ninguno.

Tata Martino, sancionado con dos encuentros tras la gresca del pasado miércoles, verá desde la barrera si es capaz de culminar su trabajo con un título antes de su más que probable salida del cuerpo técnico paraguayo con dirección a su Argentina natal. Para ello volverá a confiar en el bloque que ha puesto en liza durante los últimos encuentros y que cuenta, como último baluarte, con Justo Villar nuevo jugador de Estudiantes de la Plata.

¿Será capaz Paraguay de llevarse la Copa sin ganar/perder un encuentro?¿Llegará Forlán, el superhéroe del gol, a su cita con él?¿Veremos el enésimo encuentro del torneo dominado por las defensas?¿Tabárez o Martino? La solución a todas estas preguntas mañana, en Buenos Aires.