Anoche tuve la oportunidad de ver el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa Sudamericana entre Boca e Inter de Porto Alegre. Un partido interesante en La Bombonera, los xeneizes necesitados de dos goles para levantar la eliminatoria que Álex (excepcional zurda) puso de cara hace dos semanas y enfrente un Inter de pegada demoledora con los Nilmar, D'Alessandro, Dani Carvalho, el propio Álex... casi nada. Además, por si todo esto fuera poco, otro aliciente para los que somos zaragocistas: ver a viejos conocidos como Álvaro Maior, Gustavo Nery, Nilmar "el deseado"... y D'Alessandro.

Pero al mismo tiempo que demostraba que su fútbol es de muchos quilates, también demostró porqué no ha terminado de triunfar en Europa. Su aguerrido carácter, que empezó a aparecer en aisladas acciones, emergió una vez logrado el 1-2 cuando mantuvo una acalorada conversación con Mouche. Tite se olió el percal y retiró de inmediato a D'Alessandro del campo para que la cosa no pasara a mayores. No tenía sentido con la eliminatoria sentenciada, pero eso no es capaz de entenderlo la complicada mentalidad del cabezón.
Internacional sigue adelante en la Sudamericana y podremos seguir deleitándonos con su demoledora pegada, la prodigiosa zurda de Álex, la velocidad de Nilmar o el guante de Andrés... si el quiere, claro.
1 comentario:
treméndamente mal rspartido el talento en Andrés D ´alessandro, 99% en sus piernas 1% en su cabeza. Todo un deleite para el fútbol.
Enhorabuena por tu blog.
Bono
Publicar un comentario