Arsenal: el sueño de Cenicienta (I)

Anoche tuvo lugar en el Estadio Azteca la primera entrega de la final de la Copa Sudamericana. América recibía en casa al matagigantes del Torneo y uno de los mejores visitantes del mismo, Arsenal de Sarandí, no obstante el modesto conjunto argentino ha sido capaz de dejar fuera ha equipos importantes como Chivas o River, al que eliminó en los penaltis. El ambiente en el campo era espectacular, mas de cien mil espectadores ataviados con camisetas amarillas contra poco más de cien valientes desplazados desde tierras argentinas.

Sobre el césped dos formas diferentes de concebir el fútbol. Por un lado el fútbol de pausado y de toque de los mexicanos, del otro el juego canchero y físico de los argentinos. Emoción asegurada.

El partido comenzó de cara para los locales, dominaban y eran mejores que su rival, al que apenas dejaban salir de su terreno de juego. Cabañas, atención a este delantero en poco tiempo, adelantó a los amarillos tras batir de cabeza a Cuenca. Todo parecía preparado para la fiesta azteca, pero no. Prácticamente en su primera llegada a la portería de Ochoa, Arsenal encontró la recompensa del gol. Tuvo que ser de cabeza y tras botar una falta lateral, obviamente, que Matellán, ex Boca, envió a la red. Un gol que nunca tuvo que llegar más que nada porque para entonces el central argentino tendría que haber estado expulsado por emplearse con demasiada dureza con el paraguayo Cabañas.

América notó el golpe anímico del gol y perdió el control del partido, que sólo recuperó tras el descanso y durante apenas quince minutos, los que tardó en llegar el golazo de la noche, obra de Arguello. De nada sirvió porque la débil defensa mexicana regaló dos goles más a un vivo Alejandro Gómez, para convertirlo en estrella del encuentro con su hat-trick. Ni el hecho de quedarse con un hombre menos durante buena parte del segundo tiempo hizo que América encontrase la manera de nivelar el choque, Cabañas e Insúa no volvieron a aparecer con peligro y los aztecas lo pagaron caro.

El miércoles de madrugada se conocerá quien toma el relevo de Pachuca en el trono de campeón, pero parece que los chicos de Gustavo Alfaro tienen muy cerca la oportunidad de convertir su gran calabaza en una preciosa carroza.