El Inter de Milán volvió a demostrar ayer por la tarde que es el mejor equipo de Italia en estos momentos. Tras la victoria ante un Mílan todavía resacoso del éxito intercontinental, los neroazzurri se marchan a celebrar las navidades con siete puntos de ventaja sobre la Roma, segundo clasificado y la escalofriante cifra de 25 puntos con respecto a su máximo rival deportivo, por mucho que a los de Ancelotti les queden por disputar dos partidos.

Enfrente un Inter rocoso, físico y con una pegada terrible en las botas de Ibrahimovic y Cruz. El jardinerito volvió a marcar y sigue, a sus 33 primaveras, siendo referente de una escuadra interista que además cuenta con la potencia y llegada de Maicon, la solvencia y contundencia de Córdoba y Materazzi, la experiencia del pupi Zanetti o la dirección del propio Cambiasso.
Ahora sólo falta que los neroazzurri se consoliden en Europa como un serio candidato a la Champions. Ese debe ser el próximo objetivo de los chicos de Mancini.
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