Hoy es un día triste, deportivamente hablando, para treinta millones de brasileños. Después de treinta y cinco años entre los más grandes, Corinthians, el segundo club más importante de Brasil en cuanto a torcida, perdió ante Gremio su lugar de privilegio en el campeonato brasileño.Apenas hace dos años que el Timao se alzaba con el campeonato tras la llegada de los argentinos Tévez y Mascherano, que llegaron seducidos por los dólares de la multinacional británica MSI. Sin embargo la presencia de los argentinos apenas se limitó a una temporada y los mejores jugadores de la plantilla abandonaron el equipo, produciéndose una importante descapitalización deportiva. Juca Kfouri, periodista deportivo brasileño y seguidor confeso declaraba que "fue la crónica de una tragedia anunciada" y apunta a los negocios extra deportivos de dirigentes, ex-dirigentes y propietarios como principal fuente de males.
No es el primer grande en caer a los infiernos de la Segunda División, otros como Fluminense o el propio Gremio ya pasaron por ese trance. Ahora es tiempo de hacer reflexión y propósito de enmienda para devolver cuanto antes a uno de los históricos a la primera línea de batalla.
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