sábado, 2 de julio de 2011

Análisis Primera Jornada. Grupo A

La primera jornada de la Copa América ya es historia para las cuatro selecciones que componen el grupo A tras la disputa de los dos partidos que han dejado más luces que sombras en las dos favoritas del grupo: Argentina y Colombia.

Argentina - Bolivia
La albiceleste abría la competición como anfitriona ante un rival asequible, en teoría, como Bolivia. Sin embargo, y a pesar del cambio de entrenador tras el fracaso mundialista, Argentina volvió a evidenciar los mismos defectos que en la cita sudafricana: desorden táctico y excesivo individualismo. Messi no brilló a pesar de que lo intentó una y otra vez y la delantera albiceleste estuvo desaparecida hasta que surgió el Kun. En muy pocos momentos se vio a esa Argentina favorita al campeonato que toda la afición espera.

A Bolivia, en cambio, le sirvió con un meritorio órden táctico para neutralizar el potencial local y un golpe de fortuna en forma de fallo infantil de Banega para conseguir el gol. Incluso podría haber conseguido un botín mayor si Marcelo Moreno hubiera definido con acierto un mano a mano con Romero.

Colombia - Costa Rica
Tampoco Colombia dejó una buena imagen en su debut ante los sub23 costarricenses. En un partido lento y trabado, los cafeteros encontraron el premio del gol que Moreira les había negado con anterioridad justo antes del descanso. Demasiado castigo para una joven selección de Costa Rica que para entonces ya jugaba con diez por la rigurosa expulsión de Randall Brenes.

Aunque es cierto que los colombianos pudieron haber logrado un marcador más amplio en ningún momento hicieron gala del potencial ofensivo que se les presupone y con un ritmo de juego demasiado lento por momentos abusaron en exceso del desplazamiento en largo.

La segunda jornada, con el Argentina-Colombia, se presenta como una reválida para ambos combinados además de tener tintes dramáticos para la albiceleste si no consigue una victoria que compense su mal arranque. Una hipotética derrota dejaría a Argentina al borde del desastre en su propio torneo.

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